Les llaman “menores inmigrantes no acompañados” y los mantienen en pisos tutelados o centros de internamiento a pan y cuchillo con nuestros impuestos. La Ley del Menor los ampara, y la Ley de Extranjería impide la deportación de estos delincuentes por el mero hecho de ser menores de edad. Un grupo de cuatro “menores no acompañados” ha expresado su agradecimiento a España intentando violar a una chica en Córdoba.
Los hechos sucedieron a las once de la noche del pasado 25 de julio, cuando un grupo de cuatro moros de entre 16 y 17 años increpó a una pareja que paseaba por la zona del Arenal de la capital cordobesa. Acto seguido los marroquíes empezaron a tocar a la chica lascivamente, y agredieron a su acompañante cuando intentó defenderla de la agresión sexual.
Afortunadamente, en las inmediaciones donde se producía este ataque, había un grupo de varios jóvenes, que acudieron en auxilio de la pareja agredida. Pero los moros, lejos de retirarse, la emprendieron a golpes, patadas y botellazos contra los que se presentaron a ayudar a las víctimas. Sólo se dieron a la fuga cuando se acudió una patrulla de la Policía Nacional que había en las inmediaciones, alertada por el alboroto. Después de las investigaciones pertinentes, los cuatro marroquíes que perpetraron esta salvajada fueron detenidos, pasando a disposición de la Fiscalía de Menores.
De no haber sido por las personas que acudieron en ayuda de los atacados, ni de la patrulla de la Policía Nacional, ahora estaríamos hablando de otra humillante violación en grupo cometida por inmigrantes. De esos que el Gobierno ceba en centros tutelados y que traslada de Canarias a la Península en vez de deportarlos sin contemplaciones.
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