sábado, 2 de agosto de 2008

Dos negros violan en grupo a una valenciana, y la noticia sólo aparece en un periódico regional

Ayer dábamos cuenta de una noticia sobre la paliza que recibió una ecuatoriana en una pelea entre chicas. La historia apareció en todos los medios nacionales de comunicación. Hoy, sin embargo, tenemos que hablar de un hecho muchísimo más grave que sólo ha aparecido en el periódico regional Levante-EVM. La madrugada del pasado miércoles dos negros violaron a una chica valenciana de 25 años, a la que abordaron por la calle cuando ésta se separó de su novio, tras salir de fiesta. La bajaron por la fuerza al antiguo cauce del río Turia y allí, debajo del Puente de la Trinidad, entre los dos le hicieron lo que les dio la gana.

La Policía Local y Nacional de Valencia iniciaron una batida tan pronto como tuvieron conocimiento de los hechos, pero no lograron detener a los dos inmigrantes que hicieron esto, a pesar de contar con la descripción que hizo la víctima de sus agresores: dos negros trajeados, uno con rastas.

Es indignante la censura encubierta que representa que tan repugnante noticia sólo haya aparecido en un periódico regional, mientras memeces muchísimo más leves, que no llegan ni a delito, y que tienen como víctimas a inmigrantes, reciben cobertura nacional. También es igual de indignante la hipocresía de los soplagaitas de SOS Racismo o Movimiento Contra la Intoelrancia, que jamás se dignan a denunciar casos como este etiquetándolos de agresiones racistas o crímenes de odio. Lo justifican diciendo que sólo es un delito, prescindiendo de la nacionalidad de quien lo cometa. Lo mismo se puede decir, pues, cuando la víctima no es española, pero entonces ya quieren ver enseguida motivaciones raciales y de odio para los mismos hechos. Si hubiese sido al revés y los violadores hubiesen sido españoles y la víctima negra, habríamos leído la noticia hasta en los rollos de papael de wáter. Pero ahora, como sólo han violado a una española (y sobretodo, como han sido dos negros), igual como tantísimas otras veces, mejor relegar el hecho a una escondida página de sucesos de un periódico que no tiene demasiada difusión.

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